El conocimiento del griego antiguo y del latín resulta imprescindible para acercarse de verdad a los orígenes de la civilización occidental. El griego y latín, dos de las lenguas más importantes de la familia indoeuropea, se encuentran en contacto desde hace más de veinticinco siglos: ello explica la gran similitud que presentan en fonética, morfología, sintaxis y hasta semántica. Las lenguas indoeuropeas son lenguas flexivas: tienen declinaciones y conjugaciones. Los casos caracterizan la flexión nominal en griego y en latín, de manera que declinando un nombre y, por tanto, cambiando sus terminaciones podemos expresar diferentes funciones sintácticas: el nominativo corresponde al sujeto de la oración; el acusativo sin preposición mayormente al complemento directo; el dativo, al complemento indirecto, etc. A la sintaxis casual se añade la sintaxis preposicional: las preposiciones completan las nociones expresadas por los casos. En nuestro trabajo empezamos con esta distinción fundamental y estudiamos caso por caso y preposición por preposición, comparando las dos lenguas para ayudar a alumnos y profesores en la enseñanza y aprendizaje del griego y el latín.