El sistema de defensa antimisiles se ha medido como la capacidad militar superior no sólo para proteger la seguridad nacional sino también para prevenir la provocación militar en la sociedad internacional. Actualmente, Estados Unidos mantiene un sistema de defensa antimisiles superior y su tecnología avanzada para hacer frente a cualquier misil balístico, desde los de corto alcance hasta los de largo alcance con cabeza nuclear. Hay cinco sistemas de defensa antimisiles: ABL, PAC-3, THAAD, SM-3 y GMD. La zona de Asia-Pacífico está expuesta a las provocaciones militares más peligrosas de la sociedad internacional. Especialmente, China, Rusia y Corea del Norte han desarrollado a gran velocidad sus técnicas de misiles con armas nucleares. Pueden disparar misiles cargados con cabezas nucleares hacia cualquier país con fines militares que pueden arrasar cualquier territorio en un minuto. Además, todos ellos son países que desafían al poder militar de Estados Unidos. Sin embargo, desde que Estados Unidos derrotó el misil Scud de Irak en la Guerra del Golfo, su sistema de defensa antimisiles se ha desarrollado completamente como la principal estrategia de defensa nacional y Estados Unidos puede destruir cualquier misil balístico desde la tierra, el mar, el aire e incluso el cosmos mediante un sistema de defensa antimisiles múltiple.
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