Es imposible no darse cuenta de las graves injusticias que deben soportar los consumidores. El proveedor, o la empresa, cuentan con las herramientas necesarias para soportar un litigio (en cuanto a la inversión de tiempo y abogados que se dedican a ello), no así las personas naturales, que además de hacer sus quehaceres diarios deben invertir tiempo y dinero en un conflicto legal. ¿Será, entonces, que el sistema judicial deja indefenso al consumidor? pues no es así. El consumidor desconoce la Ley, no se informa, el Estado tampoco contribuye mucho, no hay programas conocidos de educación ciudadana para darles a conocer que hay una normativa que los protege ni sistemas extrajudiciales que ayudan a poner fin a los apuros legales. Es así como en la presente investigación se indaga sobre su eficiencia y se da a conocer como es el funcionamiento y la estructura tanto de la Ley que protege a los consumidores como al organismo encargado de protegerlos, el SERNAC