La práctica más arraigada en los operadores eléctricos a nivel mundial, debido a su simplicidad, es la de especificar el límite térmico de un conductor en base a supuestos de las condiciones climáticas del peor de los casos, lo cual se conoce como evaluación térmica estática (STR). Sin embargo, dado que las condiciones ambientales varían continuamente, la ampacidad del conductor también, por lo que la limitación térmica de una línea no puede establecerse de forma conservadora, fija o invariable. En el presente trabajo se plantea una metodología recursiva basada en una evaluación térmica dinámica (DTR) de la ampacidad de un conductor, cuya base se sostiene en un algoritmo probabilístico que toma en cuenta no sólo la dependencia de la corriente del conductor en cuanto a la velocidad y dirección del viento, temperatura ambiente y radiación solar, sino que también las posibles incertidumbres asociadas a dichas variables climáticas, a la vez que respeta los criterios de temperatura superficial y radial máximos permitidos. De esta forma, el modelo formulado permite maximizar la capacidad de corriente de una línea.