En la Actualidad podemos plantear que uno de los sellos distintivos de este siglo, lo constituye la Revolución Científico Técnica, en la cual las Ciencias han adquirido el carácter de fuerza productiva para la transformación de la naturaleza y la sociedad, lo que la convierte en el eje o centro del desarrollo contemporáneo. De lo planteado anteriormente se deriva que cada día se hace más necesario el desarrollo de una Universidad, más científica, la que presupone profesores competentes, capaces de acometer con eficacia y eficiencia los problemas que en el ejercicio de su labor se pueden presentar y a su vez contribuir al desarrollo científico-técnico de la sociedad, lo que constituye una manifestación del reclamo social de la actual sociedad, por lo que a la universidad le corresponde establecer la investigación científica como punto de partida con todo el esfuerzo para el mejoramiento social. En el personal docente se debe poner de manifiesto una actitud favorable hacia la investigación en el ejercicio de su diaria labor, con el objetivo de dar respuestas acertadas y profundas a la solución de problemas.