Ejercitar la soberanía popular en un Estado, generan acciones que influyen directa e indirectamente a toda su población. Sus efectos ejercen mayor influencia en los sectores más vulnerables de la ciudadanía. La soberanía popular representa las necesidades de la masa mayoritaria de la población, que se ven cuando las políticas adoptadas no responden a los intereses nacionales y populares. Las políticas de estado, se presentan como las herramientas adecuadas para poner en práctica estrategias inclusivas y consensuadas. La nefasta decisión de recuperación de nuestras Islas Malvinas, por la metodología empleada, debe inscribirse en la más notoria y desafortunada entrega de nuestra soberanía territorial. La soberanía política, es una asignatura aún pendiente, de la que tratamos de aprender a diario, sin que hayamos encontrado el mecanismo adecuado para ejercer y exigir nuestros derechos. El exagerado endeudamiento externo, la falta de claridad de las propuestas, la incomprensión de muchos de sus habitantes, y el respaldo incondicional de los medios de comunicación, es un combo de perturbaciones sobre nuestra soberanía, que facilitan el sometimiento de la autoridad constituida.