Si la depresión es la enfermedad del siglo XXI, la felicidad es el tema de moda y lo más anhelado por la sociedad actual. Este es uno de los motivos por el cual la felicidad se ha convertido en un lucrativo negocio, tanto es así que hoy más que en otros tiempos existen diversas instituciones que ofrecen técnicas, terapias y modalidades para ser feliz. Y en un mundo tan relativista, subjetivista, sentimentalista y que le da la espalda a la realidad de las cosas para ver como real algo armado en la mente del propio hombre, y que trae como consecuencias la perturbación del alma, la cual se refleja en enfermedades como el stress, la ansiedad, el vacío existencial y la depresión; por eso es muy necesario volver los ojos a San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, cuya doctrina nos ofrece el camino prolijo a la cima donde radica la felicidad verdadera, posible y real.