Los mitos griegos se ajustan a una estructura básica muy sólida. Frente al Caos inicial, del que perviven en la actualidad la noche, las enfermedades, la muerte y otras secuelas, surge un mundo ordenado. Brota en primer lugar Gea, la tierra, de la que nacen Urano, el cielo, las Montañas y Ponto, el mar. Con Ponto, Gea engendra a Ceto, personificación de los terroríficos cetáceos, de los que desciende la mayor parte de los monstruos. Gea y Urano, la madre y el padre primordiales,dan vida a los Titanes. Pero esa pareja no completa la creación, porque Urano es castrado por su hijo Crono. La creación no se agota al comienzo; se desarrolla en el tiempo. De Urano quedará actuando el poder fecundador, personificado por Afrodita. Los enlaces amorosos entre unos seres van dando vida a otros en una cadena creativa. De los Titanes proceden los dioses, los hombres, los astros, los vientos y los ríos. Del amor entre dioses y humanos nacen los héroes, personajes ejemplares que, por sus extraordinarios méritos, pueden alcanzar el paraíso e incluso ascender a los cielos y a la divinidad.