La Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC) constituye en la actualidad una entidad patológica fundamental en el conjunto de las enfermedades cardiovasculares, se asocia a una elevada morbimortalidad. Tras el diagnóstico, la mitad de los pacientes fallecerán en los 4 años siguientes y, en los casos más graves, la mitad morirá en el año siguiente al diagnóstico. En países occidentales es un problema de salud pública cada vez más importante, causa una gran morbimortalidad y consume una proporción muy significativa del gasto sanitario.