La formación del psicólogo clínico en el ámbito de la tanatología se ha convertido en una necesidad profesional humanística, en procesos relacionados con la salud-enfermedad y las relaciones familiares y sociales de las personas. Procesos de duelo ante enfermedades terminales, crónico degenerativas, discapacidades de diverso tipo son condiciones de trabajo profesional para el psicólogo clínico y profesionales afines a la salud pública. Las instituciones de salud del país están en vías de desarrollar las instancias correspondientes a que ésta práctica clínica sea aplicada a los pacientes hospitalizados y en apoyo a sus familias. Ésta es una nueva cultura de salud pública que cada día cobra más importancia por los resultados y las necesidades detectadas en pacientes y familiares cercanos. La población mexicana también necesita abrirse ante esta posibilidad de atención psicológica y médica.