En agosto de 1967 el compositor y bandoneonista Ástor Piazzolla y el escritor Horacio Ferrer decidieron realizar una obra poético-musical, con la cual rendir homenaje a Buenos Aires y al tango. La titularon María de Buenos Aires y se estrenó en mayo de 1968, en la ya desaparecida Sala Planeta de la capital argentina. Hoy la ¿operitä, como decidieron denominarla, es interpretada en todo el mundo y constituye un hito en la historia del tango. El estilo de María de Buenos Aires pone en evidencia el cosmopolitismo y la heterogeneidad que caracterizan al tango y a la ciudad que lo gestó. Así en esta pequeña pieza, de impronta surrealista, conviven y dialogan la música clásica con el tango y el jazz, la Biblia con la magia, el cristianismo y los ritos paganos, la literatura europea y el lunfardo.