Nuestra vida cotidiana se desarrolla en gran medida en espacios interiores cuya sofisticación aparece como respuesta a las dificultades que presentan los espacios públicos en grandes megalópolis. Las consecuencias sociales del crecimiento de las ciudades han sido muy bien estudiadas por la sociología urbana. Este trabajo retoma algunas propuestas de esta disciplina pero las integra en un estudio del hábitat humano realizado desde una perspectiva, como veremos, no muy trabajada: la de un análisis del interior de la vivienda en su dimensión social. Se estudian los cambios que se producen en el interior de la vivienda como consecuencia de las transformaciones en los grupos domésticos en general y en la familia en particular, en el consumo de objetos y en las actividades productivas y de ocio al interior de la casa.