En las últimas décadas la mujer ha incursionado en diversos ámbitos de la vida pública, los cuales históricamente estuvieron bajo la égida masculina. Producto de esta apertura en algunos de estos ámbitos específicos es que se perciben indicios de inclusión social. El cuestionamiento pasa por develar si esa apertura es tal y se han terminado los prejuicios y las desigualdades sustentadas en los estereotipos de género. En este trabajo se pretende abordar la problemática de las desigualdades de género en el acceso a puestos de decisión y jerarquía, partiendo del supuesto que el nivel de inclusión logrado por las mujeres, no significa que las mismas no tengan que pasar por procesos discriminatorios sustentados en estos estereotipos, que las torna "no elegibles"