El libro presenta una serie de alternativas para enfrentar el problema del calentamiento global. Las soluciones expuestas son más prácticas para algunos países que para otros, sin embargo demuestra que hay iniciativas viables, y que el futuro no tiene por que verse amenazado si existen soluciones tecnológicas. Desde aporte propios de la física, la química, la biología e incluso la física nuclear, cada uno es analizado ofreciendo soluciones que si no son perfectas, al menos ofrecen mayor esperanza que cruzarse derbazos, o proferir por un a involución tecnológica. El desarrollo originado en la revolución industrial puede ser el mayor responsable del efecto invernadero, pero la tecnología del siglo XXI se mueve para encontrar el remedio a los males de generaciones anteriores. El futuro depende de dos cosas: tener el conocimiento adecuado para enfrentar los problemas y estar dispuesto a usarlo.