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En las últimas décadas, el arbitraje internacional se ha convertido en un método extremadamente costoso y, al mismo tiempo, bastante prolongado para la resolución de disputas. La cuestión de aumentar la eficiencia se ha convertido en un requisito clave para mantener y desarrollar el sistema de arbitraje internacional. Esta obra trata de analizar los métodos para aumentar la eficacia del arbitraje internacional. Examina los factores individuales que influyen en la eficiencia, describe los problemas típicos que provocan la prolongación de los procedimientos y el aumento de los costes y ofrece métodos para eliminar estos problemas. Los aspectos presentados se analizan cronológicamente según las fases individuales de los procedimientos arbitrales. El autor llega a la conclusión de que el factor decisivo que influye en la eficiencia de los procedimientos arbitrales específicos es el nivel de actividad del árbitro. Esto implica un énfasis en la gestión del caso y sus métodos individuales. También se presta atención a las instituciones procesales específicas, como las medidas cautelares, los procedimientos en rebeldía, la resolución sumaria, las medidas cautelares contra la demanda y los procedimientos acelerados.