Una teoría de la justicia trata de determinar cuáles deben ser los principios de justicia que fundamentan un determinado ordenamiento jurídico y de justificar dichos principios a través de la argumentación crítica y racional. El libertarismo como filosofía política, partiendo de la igualdad moral de los individuos, tiene como fin último permitir que cada individuo pueda desarrollar su propio proyecto de vida compatibilizándolo con los proyectos de vida del resto de individuos de la sociedad. Para lograr tal conciliación posibilitadora de la coexistencia pacífica, el libertarismo adopta un enfoque minimalista. La teoría de justicia libertaria promueve un marco de mínimos conformado por tres principios de justicia: principios de libertad, propiedad y autonomía contractual. Frente a ella, la teoría de justicia de John Rawls apuesta por dos principios: principio de libertad y principio de diferencia. Este último genera obligaciones políticas en los individuos que desde una perspectiva libertaria son de carácter maximalista y carecen de justificación moral. La teoría de justicia ralwsiana es, para un libertario y en terminología del propio Rawls, una doctrina comprehensivo.