La complejidad es inherente a la administración y los negocios y como resultado de los extraordinarios avances tecnológicos de las últimas décadas y de la globalización en general, el mundo está cada vez más interconectado y los ejecutivos de hoy deben gestionar grandes redes de clientes, instalaciones, competidores, empleados y proveedores, que pueden diferir entre sí en términos de localización geográfica, cultura, lenguaje, moneda, políticas económicas, sistemas de información, etc.; Es en este entorno cada vez más complejo donde aquellas empresas que mejor y más rápidamente se adapten, lograrán un mejor desempeño y estarán en ventaja respecto a sus competidores; De ahí la importancia que tiene profundizar en los aportes que la teoría de la complejidad puede brindar a la gestión administrativa y al ámbito de los negocios en general.