A lo largo de la historia de la Psicología se han desarrollado diversas aproximaciones teórico-filosóficas respecto a la comprensión y explicación del ser humano. En dichas aproximaciones, especialmente en el campo de la Psicología clínica, se han propuesto diferentes nociones respecto a cómo entender los problemas psicológicos y se han buscado medios para su intervención, sin embargo, la mayoría de estos enfoques centran su análisis en el individuo, dejando de lado en muchos casos el contexto y las interacciones bajo las cuales está inmerso el problema. En esta línea, el enfoque sistémico, es una alternativa, que permite trabajar no sólo con individuos, sino también con parejas o familias, analizando no sólo a la persona que presenta el problema, sino relacionándolo con el contexto en el que se desenvuelve (escuela, trabajo, religión, entre otros), en las interacciones que mantiene y del tipo de relación que sostiene; está visión, por lo tanto permite analizar los problemas de una manera integral y holista.