Las brechas digitales han hecho que la diversidad cultural expanda el espectro de estudio de la interculturalidad. Hoy ya no sólo vemos nativos y migrantes digitales (PRENSKY 2006), o estar conectado o desconectado (G. CANCLINI, 2004), o de estar o no digitalmente alfabetizado. La cuestión recae ahora en aquellos que por la pobreza, o en otros casos, lugares a donde ni siquiera una señal para conectarse a la red wifi o internet existen ¿Cómo poder incluirlos ahora en un contexto en donde la pandemia de COVID-19 se aparecido en escena?