Las experiencias y los diferentes modos de habitar el mundo de los jóvenes actuales son cuestiones de interés en el campo de las ciencias sociales. Entre otras temáticas las fronteras entre la vida adulta y la juventud aparecen en entredicho interpelando la forma en que tradicionalmente se ha pensado el paso entre una y otra etapa. Junto a ello, las transiciones a la vida adulta se presentan cada vez más como procesos que transcurren en territorios movedizos con difusos horizontes de llegada. Pero ¿qué ha cambiado? ¿Para quiénes y cómo?. Instalado en este debate el libro presenta los hallazgos de una investigación reciente realizada entre un grupo de jóvenes argentinos que partiendo de dos ejes analíticos centrales: por un lado describir las trayectorias socio-ocupacionales y educativas; y por otro recoger sus opiniones respecto al trabajo, la educación y la familia, exploró en las formas que cobran las transiciones a la vida adulta en este particular contexto histórico. Bajo estas coordenadas, se trazó una lectura sobre su dinámica y composición así como las tensiones que allí pudieron entreverse.