La familia ha venido cumpliendo un papel muy importante en la educación de sus hijos, esto mediante las relaciones afectivas que se dan dentro del sistema familiar, una adecuada comunicación y sobre todo la motivación que en fuente primordial para el desempeño y rendimiento académico de los estudiantes. En décadas anteriores todo este rol educativo era impuesto a los docentes y de esta manera los progenitores o personas a cargo del cuidado de los hijos se desligaban de las responsabilidades educativas; sin embargo, la familia y la sociedad en general ha ido evolucionando al punto de involucrar de manera directa a los padres en los distintos procesos educativos de los hijos, generando de esta manera una corresponsabilidad parental y mejorando así las relaciones dentro del hogar.