No es una simple proclama de buenos deseos: partiendo de un estudio razonable y razonado sobre las causas de que la Sociedad Opulenta se haya visto enfrentada a su propia debilidad, la misma del individuo que se cree capaz de comerse el mundo sin contar con los demás, el autor apunta soluciones en el marco de lo que llama Libertad Responsabilizante, valor que cobra especial eficacia en la Economía Social de Mercado. Esto del trabajo para todos en tiempos de crisis dejará de ser una simple proclama si acierta con las pautas de acción para orientar a la realidad social hacia la justa correspondencia entre derechos y deberes del ser inteligente que vive en sociedad y, por lo mismo, permite a todos y a cada uno de esos seres inteligentes acercarse a lo que ellos (nosotros) mismos pueden (podemos) ser en base a traducir en acción la responsabilidad que nos corresponde en la resolución de los problemas del mundo en que vivimos.