Reflexionar sobre el Trabajo Social en la contemporaneidad implica analizar la presente fase histórica del capitalismo. La sociedad actual muestra tendencias regresivas y cada vez más controladoras, que se objetivan como un proceso de empobrecimiento (material y moral) de la humanidad; un proceso de des-humanización que tiene por raíz la destrucción de fuerza viva de trabajo a través del desempleo estructural. Por su propia lógica el sistema potenció un conjunto de contradicciones que hacen que su reproducción genere niveles cada vez más elevados de destructividad social y ambiental. El capitalismo contemporáneo se reproduce al precio de la barbarización de la vida social y la destrucción del ambiente. Este contexto histórico, con hegemonía de las políticas neoliberales, presenta verdaderos desafío para al Trabajo Social, el cual ve afectados sus márgenes de autonomía relativa para desempeñar su actividad. El re-ascenso de la "cuestión social" y de la lucha de clases puede redefinir dichos márgenes. La historia está abierta...