Como materia prima fundamental para la producción del acero se emplea el arrabio y la chatarra de metales ferrosos. El acero sólido, en comparación con el líquido, contiene un porcentaje menor de carbono e impurezas, debido a la oxidación de éstas durante la elaboración del acero. Así, cuando ocurre la fundición, se producen óxidos que flotan en la superficie del metal fundido en forma de escoria. En general, el objetivo de los procesos de la fabricación del acero es la oxidación selectiva de impurezas indeseables y por lo tanto su transferencia desde el metal líquido a la escoria. La calidad del acero depende de la cantidad de impurezas que contenga. Por lo tanto, la formación de las burbujas de monóxido de carbono y la efervescencia que provocan en el baño son las que determinan en buena parte la cantidad de impurezas presentes en el acero y su calidad. En este trabajo hacemos un modelo matemático basado en las ecuaciones de difusión que explica el proceso de transferencia de masa desde el metal líquido a la escoria.