Los trastornos de las glándulas salivales abarcan una variedad de afecciones que afectan a las glándulas responsables de producir saliva. Estos trastornos pueden surgir de varios factores, incluidas infecciones, enfermedades autoinmunes, tumores y bloqueos en los conductos. Las anomalías en las glándulas salivales pueden manifestarse como anomalías congénitas o problemas de desarrollo, lo que afecta su función y estructura. Se ha propuesto un sistema de clasificación más nuevo para los trastornos de las glándulas salivales para proporcionar una comprensión más integral y mejores estrategias de manejo. Esta clasificación clasifica los trastornos en inflamatorios, infecciosos, autoinmunes, neoplásicos y anomalías del desarrollo. Los trastornos inflamatorios incluyen afecciones como la sialoadenitis, que es la inflamación de las glándulas salivales, a menudo debido a infecciones bacterianas. Los trastornos infecciosos abarcan infecciones virales como las paperas y la enfermedad de las glándulas salivales relacionada con el VIH. Los trastornos autoinmunes involucran afecciones como el síndrome de Sjögren, donde el sistema inmunológico ataca las glándulas, lo que provoca sequedad de boca y ojos. Los trastornos neoplásicos involucran tumores benignos y malignos de las glándulas salivales, como el adenoma pleomórfico y el carcinoma mucoepidermoide.
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