Las aves rapaces representan un reto permanente para el veterinario que se dedique a su atención, sobre todo en lo concerniente a la traumatología y ortopedia ya que la causa de la mayoría de los ingresos se deben a traumatismos que derivan en fracturas de huesos largos. En el origen de la ortopedia aviar se comenzaron a aplicar tratamientos derivados de los usados en mamíferos y evolucionaron adaptándolos a sus necesidades específicas. De entre los posibles tratamientos de fracturas, el que mejor se adapta por sus características a las peculiaridades y exigencias de las aves es el de la fijación esquelética externa, que tiene su principal problema en el aflojamiento de los clavos transfixiantes, pudiendo derivar en la no resolución de la fractura, lo que complicaría la vida del ave, ya que debe poseer una condición atlética para sobrevivir en su medio. Para minimizar el problema del aflojamiento hay que aplicar cuidadosamente el implante y elegir aquel que muestre más agarre al hueso o resistencia a la extracción en la posición correspondiente