El extravío de un cuadro que no es entregado en la galería que van a inaugurar en la ciudad de Medellín, sirve de pretexto para que la persona encargada de recibir la obra se vea involucrada en la triada de personajes que conforman la vida de un pintor frustrado. Este al haber disgregado toda su historia personal entre los personajes de su obra pictórica, un día se siente vacío y se ve obligado a hacerse a los servicios de un detective para que le ayude a recuperar su vida; su fuerza creativa. Las lecturas con las cuales alimentó su obra, los viajes, el juego del ajedrez, el fútbol, la ciudad nocturna que emerge y teme, sirven de fondo a los personajes, quienes esperan hallar el cuadro e intentar salvar sus vidas y la del pintor. Trazos de cristal es una novela destinada a todos los lectores que aman el arte en general, a seguidores de la novela policiaca, a aquellos que consideran que buscar en los libros caminos que les ha escondido la vida es acercarse al conocimiento de sí mismos. El deleite de una partida de ajedrez, las líneas que forman las figuras que siempre están en alerta constante, conforman la atmósfera nebulosa donde la historia personal parece ajena.