El diseño de la institucionalidad en los procesos de integración en Latinoamérica, reviste particular importancia y actualidad. Definir el perfil y las características de los órganos que conforman el proyecto comunitario ha suscitado controversias, y, desde luego, consensos determinantes en la búsqueda de los objetivos delineados en los tratados internacionales. Es el el caso de la Comunidad Andina de Naciones. La configuración de las instituciones adaptadas al proceso de integración andino no sólo requirió de un lento proceso de maduración, sino un verdadero esfuerzo de negociación que permitiera entendimiento político y compromisos jurídicos en aras del fortalecimiento de la institucionalidad comunitaria. El Tribunal Andino de Justicia es, a no dudarlo, la mejor referencia para sustentar esa aseveración. Construir un tribunal comunitario con atribuciones supranacionales, constituye un importante logro y la consolidación de una serie de expectativas que han ido diversificándose en la dinámica misma de la integración. Probablemente sea una de las instituciones más consistentes y originales de la experiencia integracionista en toda América Latina.