Desde hace varios años, los servicios digitales se han convertido en una prioridad en la tributación internacional. Hoy, el controvertido asunto se ha intensificado por cuenta de la pandemia del COVID-19, la cual, aceleró la expansión del comercio electrónico hacia nuevas empresas, clientes y tipos de productos. Por consiguiente, la OCDE se ha esforzado por llegar a un consenso sobre la mejor forma de establecer reglas fiscales que regulen la fiscalidad de los ingresos generados por la prestación de servicios digitales, los cuales ponen en jaque los conceptos clásicos de la fuente y del establecimiento permanente. Entretanto, muchos países han optado por tomar medidas unilaterales para amilanar el vacío normativo. Dicho esto, en este trabajo se pretende abordar toda la temática desde las propuestas presentadas por la OCDE bajo la Acción 1 del proyecto BEPS, la ONU y el análisis de los pros y contras de los impuestos digitales implementados por diversos países. De cara a Colombia, este libro presenta algunas alternativas que ayudarían a ampliar la definición del establecimiento permanente con base en las nuevas realidades de la tributación en la economía digital.