El turismo cultural aborigen en Canadá ha tenido el potencial de ayudar a preservar la tradición, fortalecer la identidad, crear oportunidades económicas e introducir a los no nativos a la cultura nativa. Alternativamente, podría haber reforzado los estereotipos y empujado a los pueblos indígenas a fabricar experiencias para satisfacer las expectativas de los turistas. Woodland Cultural Center, establecido en Brantford, Ontario, en 1972 en Six Nations land y Xá: ytem Longhouse Interpretive Center, inaugurado en 1992 en las afueras de Mission, B.C. son dos ejemplos examinados en este libro. También se han estudiado el NK¿MIP Desert Cultural Centre, en Okanagan, B.C., y Great Spirit Circle Trail en la región de Manitoulin de Ontario. Las preguntas que se hicieron fueron: ¿Las fortalezas del turismo cultural aborigen superan sus debilidades? ¿Pueden estas iniciativas beneficiar a las comunidades? ¿Pueden beneficiar a Canadá? A medida que la industria de viajes continúa creciendo, este análisis debería ser útil para los grupos aborígenes involucrados en el turismo, los administradores de programas gubernamentales de financiamiento turístico y cualquier persona interesada en proyectos de turismo sostenible dirigidos por pueblos indígenas.
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