El Caribe Insular - entendido como las Grandes Antillas, las Antillas Menores y Bahamas - es un área geográfica de atracción turística desde las primeras décadas del siglo XX, destacándose en la segunda mitad de ese siglo como destino turístico y adquiriendo una significación superior durante los años 80, donde la mayoría de las islas se incorporaron al turismo receptor, por lo que creció notablemente la connotación del Caribe en el mapa del turismo mundial. En la actualidad el Caribe está consagrado como uno de los principales destinos turísticos de sol y playa, ocio, recreación de todo el mundo y como el más significativo de cruceros, considerado en su conjunto como una de las 14 subregiones geográficas específicas en que la Organización Mundial del Turismo (OMT) clasifica al turismo internacional. En toda la América, el Caribe ha sido históricamente el balneario tropical más preciado, siendo la segunda subregión por el volumen de llegadas turísticas, superado sólo por América del Norte. El turismo ha alcanzado un lugar prominente en el Caribe al contar esta región biológicamente rica y diversa, con un clima cálido, estable y benigno, unido a una atmósfera limpia propia