En la meditación budista tibetana encontramos primero el esfuerzo de relajación por sumergir la mente en la claridad de la paz mental y luego en la claridad de la sabiduría mediante la meditación analítica. Así es posible comprender la esencia de ilusión de todos los fenómenos y de la misma mente. Esto posibilita deshacer las adherencias a los apegos y a las aversiones emocionales, limpiando el interior subconsciente y liberando el consciente de todo conflicto pasado. No se trata de repetir una simple técnica sino de realizar un profundo autoexamen a nivel de autocrítica, manteniendo la actitud de la sencilla observación.Mediante la meditación analítica uno a uno los pensamientos se van sucediendo, normalmente, pero van siendo atentamente observados por el consciente y como surgen se disuelven luego en el inconsciente, sin ocasionar reacciones posteriores. El sujeto, al comprender que los fenómenos y la mente misma son en esencia ilusorios, logra mantenerse desapegado del flujo continuo de sus propios pensamientos y percepciones. El trabajo que realiza la atención en la meditación analítica es similar al de la técnica Vipassana.