Los primeros años del Siglo XXI han sido marcados en el mundo académico por la necesidad de mostrar una mejora en la calidad educativa. Sin embargo, en Uruguay, los esfuerzos realizados están muy lejos de dar los resultados esperados. La imposibilidad de la escuela tradicional para dar respuestas a las demandas sociales y laborales exige llevar adelante modificaciones en el formato escolar. Esta investigación puso en práctica una metodología mixta con un enfoque secuencial comparativo sobre una población de 172 alumnos de 4° a 6° grado, en una franja etaria entre 10 y 14 años. Los resultados obtenidos muestran - en coherencia con los objetivos e hipótesis planteadas - la importancia de la motivación en los alumnos y la necesidad de modificar formatos escolares tradicionales. Comprobamos que, escenarios lúdicos, propuestas colaborativas, participación activa del niño como sujeto de su aprendizaje, tiempos desestructurados ayudan a los alumnos a mejorar su actitud ante el estudio, están motivados, comienzan el proceso de autorregulación en sus tareas y optimizan su rendimiento.