Existen nuevas formas de expresión de la dimensión religiosa del ser humano, en concreto desde la periferia en una simbiosis de culturas y formas de ver el mundo. Este fenómeno muestra la complejidad del ser humano y la construcción de sus procesos sociales y culturales a través de procesos de comunicación. En esta construcción se valora el componente de la música como inherente al ser humano y la posibilidad de construir nuevas culturas y nuevas nociones de "ser humano".