La química médica y la química farmacéutica son disciplinas que se encuentran en la intersección de la química, especialmente la química orgánica sintética, y la farmacología y otras diversas especialidades biológicas, en las que intervienen en el diseño, la síntesis química y el desarrollo para el mercado de agentes farmacéuticos o moléculas bioactivas (drogas). En particular, la química médica, en su práctica más común centrada en las pequeñas moléculas orgánicas, abarca la química orgánica sintética y los aspectos de los productos naturales y la química computacional en estrecha combinación con la biología química, la enzimología y la biología estructural, con el objetivo conjunto de descubrir y desarrollar nuevos agentes terapéuticos. En la práctica, implica aspectos químicos de identificación y, a continuación, la alteración sintética sistemática y completa de nuevas entidades químicas para hacerlas aptas para el uso terapéutico. Incluye los aspectos sintéticos y computacionales del estudio de las drogas y agentes existentes en desarrollo en relación con sus bioactividades (actividades y propiedades biológicas), es decir, la comprensión de sus relaciones estructura-actividad (SAR).