La Bioética, tradicionalmente, se ha fundamentado en la teoría del Principialismo. Estos principios no son más que distintas formas de actuación en la vida real, con lo cual una forma de actuación no puede fundamentar una determinada disciplina, es la conclusión siempre de una realidad anterior. El fundamento de cualquier disciplina es siempre algo más profundo, pero no por eso inaccesible; el camino nos lo brinda siempre la filosofía.