Los hábitos de vida poco saludables generan problemas importantes en un sector de la juventud actual. Detectar esos comportamientos lo antes posible, facilita la articulación de estrategias preventivas. Sin embargo, los resultados de las campañas realizadas parecen indicar que no es una cuestión de información. Los factores de riesgo fundamentales señalados por la mayoría de los autores son conocidos por nuestros jóvenes, pese a ellos,no modifican su conducta. Esta circunstancia evidencia que, lo ralizado no es suficiente y se debe investigar en qué se está fallando. En este sentido, procede realizar un estudio integral de varios factores al mismo tiempo y no los hábitos de la juventud aisladamente. En el presente trabajo se ha planteado y demostrado la relación existente entre los hábitos de vida (alimentación, actividad física, preservativo, sueño, drogas) y el bienestar psicológico. A nuestro juicio un análisis interesante para los profesionales del ámbito de la salud, como para todos aquellos padres preocupados con los hábitos de sus hijos. Luchar contra estilos de vida de riesgo es difícil pero no imposible.