En los años setenta, el autor ya trabajaba en Lund en el campo de la medicina nuclear, donde David Ingvar y Göran Franzén estudiaban el flujo sanguíneo regional del cerebro en pacientes con esquizofrenia. La introducción de la resonancia magnética IRM en la década de 1980 ofreció nuevos métodos para obtener imágenes de la dinámica del flujo del LCR en el acueducto. La RMf funcional puede ser otra herramienta útil para definir el síndrome de la esquizofrenia. La espectroscopia de RM proporciona una cuantificación fiable de más de quince metabolitos cerebrales diferentes, como el ácido N-acetil aspártico (NAA), la creatina, el GABA, el glutamato y la glutamina en diversas regiones del cerebro. La activación de la vía del metabolismo del triptófano (TRYCAT) parece estar implicada en el desarrollo y la fisiopatología de la esquizofrenia. La disfunción del efecto del receptor ¿-7nicotínico-acetil-colina (¿7nAChR) y/o del receptor N-metil-D-Aspartato (NMDAR). parece contribuir al deterioro cognitivo en la Esquizofrenia motivando nuevas estrategias terapéuticas El capítulo final revisa los biomarcadores séricos.
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