La brecha entre países ricos y países pobres aumenta cada año. Los países en desarrollo, como Togo, ven descender su nivel de vida, mientras que los países desarrollados, como China, ven aumentar su nivel de renta. Esta situación tiene su origen en los sistemas político-económicos de cada país, algunos de los cuales han facilitado economías más estructuradas que otros. Una de las causas y consecuencias de los retrocesos en el caso de Togo es la inexistencia de un verdadero modelo de desarrollo económico, lo que se traduce en un agravamiento de la tasa de pobreza (cerca del sesenta por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza). El objetivo de este libro es, por tanto, poner a prueba el enfoque del PDE para proporcionar una base teórica que permita resolver el problema de la ineficacia de las políticas y aumentar así el crecimiento económico y reducir las desigualdades. Este marco empírico se hace factible utilizando como referencia el patrón de desarrollo a largo plazo de China, ya que este país ha registrado buenos resultados económicos. Esta investigación comparativa entre el PDE de Togo y el de China puede ayudar a las economías más pequeñas a seguir el modelo de las grandes economías de mercado.
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