En la contemporaneidad, no es más posible que los juristas sigan con la dicotomía "juez boca de la ley" versus "juez de los principios", o proponer axiomas como "no es posible defender a la ley". Como dice Dworkin, el Derecho es un concepto interpretativo. Así como la propia realidad es interpretativa. Al medio de esa compleja cuestión, se pone el viraje hermenéutico: no hay más textos con sentidos en si mismos, pero tampoco interpretaciones relativistas. Además, en el Derecho el texto se manifiesta solamente en su norma. Pero esa norma tiene límites. Y por qué? Por el simples hecho de que no se puede decir cualquier cosa a respeto de cualquier cosa.