En la Bahía de La Paz, en la costa oeste del Golfo de California, la iniciativa privada pretende lograr una producción de hasta 3,200 TM anuales de atún aleta amarilla, por medio de solicitar espacio marino en concesión para la instalación de cercos de engorde. La autorización para producir tal cantidad de atún aleta amarilla, implica un aumento de presiones sobre otras actividades económicas y sobre el ambiente que, de no dimensionarse apropiadamente, podrían causar efectos negativos en el mediano plazo. Esta preocupación ha sido externada por diversos grupos ecologistas y ha sido discutida en diversas mesas de trabajo convocadas por las delegaciones estatales de SEMARNAT y SAGARPA en Baja California Sur. Derivado de estas reuniones, el Dr. Carlos H. Lechuga Devéze, del CIBNOR, ha propuesto la factibilidad de esta actividad bajo un esquema ordenado y sustentable, a través del análisis de su compatibilidad con otras actividades tradicionales (turismo, pesca ribereña, zonas de interés ecológico, etc.) y con la generación de conocimiento que permita establecer procedimientos de prevención, control y mitigación de sus impactos ambientales potenciales.