Desde una mirada hacia la realidad actual de las sociedades tanto a nivel mundial como nacional podemos señalar que la globalización y sus procesos como la inmigración necesitan de la educación, para lograr sociedades más inclusivas y democráticas. Por lo tanto, la educación se transforma en un pilar fundamental para enfrentar y dar respuesta a estas nuevas sociedades y ciudadanos que deberán convivir en contextos diversos, donde convergerán pensamientos, culturas, idiomas, acciones, valores en un mismo espacio, y con mayor énfasis en la comunicación e interrelación entre las personas, por lo tanto, no es un fenómeno pasajero sino un fenómeno social que se proyecta a largo plazo y que está modificando las sociedades.