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En esta selección hemos juntados dos piezas de teatro breve. Unipersonal del arcabuceado es un monólogo de José Joaquín Fernández de Lizardi. En esta obra un soldado de veintiún años dice sus últimas palabras antes de ser ejecutado acusado de asesinato. Unipersonal proclama que el criminal es también víctima de las circunstancias, del fracaso de su educación y del fanatismo religioso y político. Y Unipersonal de Agustín Iturbide una obra sobre el primer emperador de México del mismo autor. Toda una corriente del teatro mexicano de la época, en el siglo XIX, durante, los movimientos de…mehr

Produktbeschreibung
En esta selección hemos juntados dos piezas de teatro breve. Unipersonal del arcabuceado es un monólogo de José Joaquín Fernández de Lizardi. En esta obra un soldado de veintiún años dice sus últimas palabras antes de ser ejecutado acusado de asesinato. Unipersonal proclama que el criminal es también víctima de las circunstancias, del fracaso de su educación y del fanatismo religioso y político. Y Unipersonal de Agustín Iturbide una obra sobre el primer emperador de México del mismo autor. Toda una corriente del teatro mexicano de la época, en el siglo XIX, durante, los movimientos de Independencia nacional, hace un teatro militante y sarcástico. De algún modo, en estas obras se manifiesta el desprecio por la muerte de una nación que quiere ser soberana, sin reparar a qué precio.
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Autorenporträt
Fernández de Lizardi, José Joaquín (1776-1827). México. Hijo de Manuel Fernández de Lizardi y Bárbara Gutiérrez. Nació en la Ciudad de México. En 1793 ingresó en el Colegio de San Ildefonso, fue bachiller y luego estudió teología, aunque interrumpió sus estudios tras la muerte de su padre. Hacia 1805 escribió en el periódico el Diario de México. En 1812, tras las reformas promulgadas por la Constitución de Cádiz, Fernández de Lizardi fundó el periódico El Pensador Mexicano, nombre que usó como seudónimo. Entre 1815 y 1816, publicó dos nuevos periódicos: Alacena de frioleras y el Cajoncito de la alacena. En mayo de 1820, se restableció en México el gobierno constitucional y, con la libertad de imprenta, fueron abolidas la Inquisición y la Junta de Censura. Entonces Fernández de Lizardi fundó el periódico El conductor eléctrico, a favor de los ideales constitucionales; y apenas unos años después, en 1823, editó otro periódico, El hermano del Perico. Su último proyecto periodístico fue el Correo Semanario de México. Murió de tuberculosis en 1827 y fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Lázaro.