Las mayores pérdidas nutricionales y funcionales en un alimento pueden atribuirse al deterioro microbiano. Algunos procesos químicos y físicos han sido desarrollados para reducir dichas pérdidas. Entre estos procesos el packaging juega un rol muy importante en la preservación de la calidad de los alimentos. Las películas comestibles pueden ser usadas como una barrera protectora, retrasando el crecimiento microbiano y prolongando la vida útil de los alimentos. Como una alternativa al uso de productos de síntesis química, el uso de biopreservantes de origen botánico puede resultar efectivo para extender la vida útil de alimentos, reduciendo o eliminando la supervivencia de bacterias patógenas e incrementando la calidad general del mismo. El uso de aceites esenciales y otros compuestos naturales en combinación con películas comestibles de quitosano, fue analizado en este trabajo a través de experimentos in vitro e in vivo.