Desde hace varios años se ha investigado la utilización de la saliva como un fluido de diagnóstico, para sustituir a la sangre y a la orina, ya que es de fácil obtención y recolección no traumática hacia el paciente y menos riesgoso para el profesional de la salud. En este fluido se ha podido identificar y cuantificar desde drogas de abuso, fármacos de tratamiento médico y una gran cantidad de enfermedades, obteniendo en la mayoría de los casos un resultado confiable al ser comparado con los resultados obtenidos en suero y/u orina. Métodos actuales han permitido ampliar el espectro de sustancias detectables y cuantificables en la saliva, la proteonómica y la ingeniería genética han dado grandes pasos en el avance del estudio de este fluido. Con el progreso de los diagnósticos salivales que se han registrado, se puede decir que este método puede convertirse en un factor clave en la vigilancia de la salud y así permitir la detección temprana. Por lo tanto, el diagnóstico salival nosólo salvará vidas, sino también preservará la calidad de la misma. Estos estudios están en curso y, sin duda, seguirá siendo un foco importante de investigación en el futuro.