El trastorno bipolar (TB) es una afección mental grave que implica cambios extremos en el estado de ánimo, que se manifiestan con fases recurrentes de manía, hipomanía y depresión. Esta última podría considerarse la presentación como clínica más frecuente del trastorno bipolar tipo I, siendo confundida muchas veces con el trastorno depresivo mayor unipolar, lo que deriva en un diagnóstico tardío e incorrecto. De la misma forma, su tratamiento suele ser controvertido, ya que muchas veces el uso de antidepresivos en la fase depresiva bipolar puede conllevar a un viraje de fase en forma de manía. No obstante, dentro del arsenal terapéutico se recoge el uso de neurolépticos y estabilizadores del ánimo. Entre los neurolépticos, se encuentra lurasidona, fármaco aprobado en el año 2013 por la Food and Drug Administration (FDA) para su uso en el tratamiento de la depresión bipolar tanto en período agudo como de mantenimiento.