Ustedes son mi Evangelio Yo camino con vosotros, desde que se conocieron, y se distinguen de los otros, por sus cariños sinceros. De mi amor han aprendido, a entenderse y a entregar, y lo que mi Padre ha unido, nada podrá separar. Cultivando lo unitivo, se funden los dos en uno, dialogando en lo divino, humanizando el terruño. Su alma procreativa, les hizo crecer felices, sus hijos, con frente altiva, son atentos aprendices. Como mi amor es tan grande, supieron darle sus manos, para que esa pareja ande, tratándolos como hermanos. ¡Oh! ¡Miren como se aman!, exclaman esos vecinos, al ver como ustedes sanan, compartiendo sus destinos. Yo soy el amigo cierto, que nunca les abandona, en el árido desierto, y en la dicha que perdona. Ustedes son mi Evangelio, que todos pueden leer, y sus años hasta el cielo, son amor, son paz y bien.