La lechuga es uno de los cultivos de ensalada más importantes del mundo. El nitrógeno (N) es el nutriente más frecuente en la producción de cultivos, es bien sabido que el N añadido se distribuye en la planta, la fracción fija en el suelo, se lixivia en el nivel freático o se desnitrifica en la atmósfera. Por lo tanto, cualquier técnica que mejore la eficiencia de absorción de N de la planta, especialmente la de las plantas de raíces superficiales, acabará por reducir la cantidad de pérdida de N y el impacto en el medio ambiente. Por otra parte, parte del N absorbido podría acumularse como nitrato. Alrededor del 70% del total del nitrato consumido por las personas proviene de los vegetales. La densidad de plantación, el nivel de riego y las prácticas de fertilización están poco estudiadas y se desconocen en gran medida los efectos de las diferentes formas de N en la calidad de la lechuga (especialmente el contenido de nitrato) y en el medio ambiente. Por lo tanto, este libro mostrará la mejor forma de nitrógeno, el espaciamiento de las plantas y el nivel de riego, que proporcionan el mayor rendimiento y el máximo porcentaje de recuperación de nitrógeno y proporcionan a la lechuga una calidad en términos del menor nivel de acumulación de nitrato en las hojas, según se ve afectado por la forma de nitrógeno, el espaciamiento de las plantas y el nivel de riego.
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