La agricultura ha sufrido una creciente evolución relacionada a la tecnificación del riego, sin embargo continúa siendo la actividad económica con mayor demanda de agua, principalmente de los ríos y esteros. Esta situación ha generado alteraciones en el hábitat fluvial de diversos grupos taxonómicos, principalmente de los MIB. Para los estudios de bioindicación se utilizan índices bióticos, complementados con los índices de diversidad, sin embargo, estos no han mostrado una respuesta definitiva ante los cambios en el hábitat fluvial. A raíz de esto existe una metodología que permite responder a estos cambios, son los llamados "traits" o rasgos biológicos, se definen como las combinaciones que tienen los organismos seleccionados en correspondencia con los cambios del ambiente. Un rasgo es medido en varios niveles de resolución y se expresa en categorías. Una combinación de estos mismos define un tipo funcional, los que son imprescindibles para describir como la comunidad responde a diferentes factores ambientales. El objetivo del presente trabajo es estimar los rasgos biológicos y parámetros comunitarios que permitan establecer el impacto de la reducción del hábitat fluvial.