La tortura es una de las más graves violaciones a los derechos humanos y se conforma como uno de los máximos actos de violencia y ¿perversión¿ de un ser humano sobre otro. Trasciende no solamente el ámbito individual, ya que alcanza todas las esferas vitales de los implicados. La Organización de las Naciones Unidas, publico el "Protocolo de Estambul¿, constituyéndose como el instrumento internacional por excelencia para documentar la tortura y sus secuelas, ya que enuncia los principios generales que deben seguirse, las obligaciones de los estados para prevenir, investigar y sancionarla; así como los elementos mínimos que deben presentar los dictámenes periciales. El Protocolo de Estabul resalta el papel central de la valoración psicológica dentro de una investigación de tortura.